Jay Romero afirma que no se siente bien, pero su madrastra, Jennifer White, no se siente bien. Jay no tiene fiebre, por lo que Jennifer afirma que le está mintiendo. Ella le da a Jay un poco de té y le dice que tiene que terminar de arreglarse. Cuando Jennifer regresa, su parte superior está mojada en los pezones. Jay lo señala, por lo que Jennifer se quita la camisa para tener solo su sostén transparente sobre esas tetas. Jennifer le dice a Jay que si bebe su leche materna, se curará lo suficiente como para ir a la escuela. Luego, después de un poco de conflicto interno, Jennifer acepta que Jay también se la coma. Su hijastro está ansioso por hacer todo lo que su madrastra tetona quiere. Desde la cara hasta el fondo de la vagina de Jennifer, Jay pronto se encuentra hasta las bolas. Él la toma sobre su espalda y luego observa con asombro cómo su madrastra tetona se la chupa y le da una gran follada de tetas. Jennifer se sube encima de Jay y lo monta en vaquera y luego en vaquera invertida con total abandono. Ella le pide que la folle de perrito para saciar totalmente su coño. Luego, rodando sobre su espalda, Jennifer le folla las tetas a Jay una vez más hasta que le revienta una nuez por todo el pecho, demostrándole que está lo suficientemente sano como para ir a la escuela.
